miércoles, 9 de noviembre de 2011

César Abraham Vallejo - Masa

Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:
«No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: «Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar


Gran poema, que fuera musicalizado por Pablo Milanés

2 comentarios:

Aldus dijo...

buen poema de uno de los mas grandes poetas del mundo, el gran César Vallejo, existencial hasta los huesos, que bueno que difundas la poesía de César Vallejo, Ciro M.
Saludos

Ciro dijo...

Gracias Aldus, César Vallejo es uno de nuestros mas grandes poetas de todas las épocas...